José Vicente Cobo Roman | 24/03/2009 - 10:19 horas
Las investigaciones del Ministerio de Sanidad y del Centro de Investigaciones del Cáncer de Heidelberg (Alemania), coinciden en el hecho de que en los vegetarianos su nivel de colesterol es notoriamente mejor que el de los consumidores de carne, y su porcentaje de infartos y piedras vesiculares mucho menor.Un interesante estudio sobre la alimentación realizado en EEUU durante ocho años, reveló que quien come mucha carne, tiene más probabilidades de padecer cáncer que un vegetariano. Del mismo se desprendió que la diferencia entre los que comían mucha carne roja y los que comían poca es de una cuarta parte más de cáncer en los primeros, sobre todo cáncer intestinal, lo que en muchos casos ya era conocido por los médicos de la antigüedad.
Entre el 40-60% del cáncer de páncreas e hígado está producido por un consumo desmesurado de carne, pues su asimilación es una carga excesiva para el organismo. En realidad, esta enfermedad no es otra cosa que un crecimiento desmedido e incontrolado de células enfermas. Además, existe un gran abanico de enfermedades, de infecciones y de trastornos que son favorecidos por un consumo desmesurado de carne.
Por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte actual, aumentan a la par que aumenta el consumo de carne. Pero también la diabetes, el infarto de miocardio, apoplejía, perturbaciones de la circulación sanguínea, osteoporosis, artritis, artrosis, reuma, gota y obesidad, entre otras, sin olvidar que también la sensibilidad al dolor aumenta.
Realmente, no necesitaríamos en nuestra forma de vida la carne. Un ejemplo lo tenemos en algunos países asiáticos donde se vive de forma vegetariana desde hace generaciones, disfrutando de muy buena salud. Recientes estudios demuestran que los vegetarianos tienen mejores parámetros de salud: en general, los vegetarianos están más sanos.
Desde un punto de vista científico, la carne es insana y habría que evitarla en lo posible. ¿Por qué entonces en hospitales, residencias para la tercera edad o escuelas aún se contempla la dieta cárnica como la dieta normal?
Si vemos cualquier pirámide alimenticia recomendada por médicos y nutricionistas, descubrimos que los alimentos más consumidos deberían ser los cereales, seguido de frutas y verduras, y sólo muy arriba se encuentran las grasas, carnes, huevos, leche y sus derivados. Si miramos otra pirámide, esta vez la de las subvenciones del Estado a la alimentación, descubrimos que son los productos de origen animal los que cuentan con mayor subvención estatal. Lo que no deja de ser paradójico, puesto que se financian alimentos que no son saludables.
Con esto el Estado se causa a sí mismo, en parte, un buen numero de problemas, ya que a través del enorme gasto de la Seguridad Social, se tendrá que curar aquellas enfermedades derivadas de una mala alimentación. ¿No sería acaso mejor y más económico prevenir que curar?
En otro orden de cosas no se sabe qué ocurre realmente en las granjas de cría intensiva. Allí los animales son alimentados de tal forma que puedan producir en el menor tiempo posible la mayor cantidad de carne. Esto puede favorecer luego una situación de crecimiento celular incontrolado y anormal en nuestro organismo.
Cuando las grasas y proteínas de la carne nadan en el cuerpo humano, es como una contaminación de petróleo en el mar. Las células en el sistema inmunológico están totalmente paralizadas, porque no pueden neutralizar estas partículas dañinas. Con esto no es extraño que vaya tan estrechamente ligado el consumo de carne a la aparición de enfermedades incontrolables.
Las ricas y sanas ofertas de la naturaleza preparadas con ingredientes de primera calidad, tienen como resultado verdaderos manjares. La cocina vegetariana no es desabrida, sino refrescante, digestiva y, sobre todo, sana. Con los muchos dones que la naturaleza regala es fácil renunciar a la peligrosa carne.
No por casualidad, muchas personas famosas vivieron como vegetarianas, como por ejemplo Sócrates y Platón, Darwin y Tolstoi, Nietzsche y Gandhi, Albert Einstein y muchos más.
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